CAMPO DE
HIELO SUR
Y LOS BALBUCEOS DE UN EX CANCILLER
Consultado sobre una grave denuncia contra la Cancillería y
la Dirección de Fronteras y Límites del Estado, por un panelista de
"Tolerancia Cero", el domingo 5 de noviembre pasado, el Secretario
General de la OEA, José Miguel Insulza, "aclaró" que
Campo de Hielo Sur no está en litigio con Argentina, pues se trataría sólo de "un
pequeño sector" de su frontera. Agregó también que no existe hoy ninguna
urgencia de poner en marcha la Comisión Mixta como lo exige el Acuerdo
Parlamentario de 1998, pues tal acción sólo complicaría las
buenas relaciones entre Chile y Argentina.
Parece increíble que quien fuera protagonista activo de
todo el proceso que condujo al Acuerdo Parlamentario de 1998, concebido para
reformular la frontera en ese territorio austral, pueda mostrar tal grado de
ignorancia sobre el mismo.
De partida, son más de 1.400 kilómetros cuadrados
de soberanía chilena los que se encuentran en peligro, y no un sector menor de
"pedacitos más o pedacitos menos", según los definiría la doctrina Aylwin.
Estos contornean prácticamente toda la extensión fronteriza de Campo de Hielo
Sur, desde el cerro Fitz Roy al Daudet, de modo que no se trata de una
parte o fragmento de frontera, sino de la totalidad del límite en
este tramo, efectivamente. Cabe recordar, además, que siendo Canciller fue el
propio Insulza quien intentó condicionar por entonces la aprobación argentina
al Acuerdo Parlamentario de Campo de Hielo Sur con la aprobación chilena al
Tratado Minero para apurar así la tramitación, conciente del interés platense
en que el Congreso chileno votase favorablemente al instrumento de integración
minera, cuyo primer nefasto resultado ha sido el proyecto Pascua-Lama. Resulta
que quien ayer buscaba acelerar con esta estrategia la consumación del Acuerdo
de 1998, nos explica ahora que nunca ha existido urgencia de ejecutar la
principal disposición del mismo. ¡Notable!
Por todo lo anterior, cabe preguntarse si Insulza estaba en
conocimiento real de los detalles del Acuerdo de 1998, cuando esperaba
con tanto entusiasmo su aprobación en las cámaras del Congreso Nacional. No
nos cabe duda que sus respuestas han demostrado que no se puede seguir usando
la Cancillería chilena para pagar favores políticos ni confiándola a quienes
ni siquiera tienen claro qué clase de compromisos firman sobre el futuro del
patrimonio territorial chileno.
Por lo anterior, recomendamos a nuestros lectores el
artículo del Presidente del Movimiento de Convergencia Nacional, Misael
Galleguillos, "Una Entrevista con
Ventaja", de la presente edición de Alerta Austral.