CARTA A LOS HIJOS DEL MITO

Poema de Kleber Castro B. Gentilmente dispuestos para Alerta Austral por su propio autor

Nuestros gritos y nuestros cantos
Son por aquellos que fueron y aquellos que son,
Sin duda vendrán otros y espero que sean más combativos,
Pero nuestra lucha, es por lo más hermoso y lo más humano
Tras de nosotros está el mito
La sangre que corre por nuestras arterias, y que nos hace alzar la voz
Este grito es por la patria nuestra, por la patria primordial y eterna
Por nuestra tierra natal y los ancestros

Suenan las voces del pasado y se empuñan las bayonetas en el alma
Que del grito aguerrido nuestra voz hace eco,
Los ojos de los niños aún ven el mito;
Ya basta que nos silencien, si nuestra voz es la única voz,
La de todos aquellos que viven la tragedia;
La voz de los pueblos que renace
Que se purifica, que se libera
Y vuelve lo sagrado a ser construido con nuestras manos
Surcadas por la tierra y las espigas, por las mañanas de lluvia,
Por las noches de fuego y de sueños
Por la industria que forja nuestra patria
Y por el soñador que al fuego y a la mentira no teme.

Porque la usura destruye a los pueblos,
Somete al digno
Ensangrienta la espada
Persigue al herrero, al trabajador lo hace esclavo
A la madre ahoga y al niño que amamanta le sabe la leche amarga.

En nuestras manos está el trabajo
Está la posibilidad de cambiarlo todo
El reto es grande, pero no es imposible
Ya que todo lo grande y hermoso permanece y triunfa,
Como un día triunfará sobre nosotros la muerte
Pero mientras nuestra sangre y nuestros viejos sueños permanezcan
Siempre estarán vivas las esperanzas

Esta es la voz de aquellos que quieren conservar lo que les pertenece
Su sangre, su historia, su mito encarnado
La dignidad de los hijos de la tierra y de los astros
Porque lo único que no se pierde es la memoria del inconsciente
Que renace en cada flor
en cada árbol
ya que nos recuerda la antigua leyenda
la de los hombres que corren en carros de fuego
la del antiguo símbolo giratorio
la de los amantes solares

Me despido de todos los que han sentido en su vida la injusticia y opresión
de todos aquellos que ven en los otros el esfuerzo y lo valoran,
de todos los que creen en la nueva civilización
y de todos los que han caído, caen y seguirán cayendo
¡Adelante con las fuerzas de la sangre!