LUIS FERNANDO ROJAS: PERIODISTA GRÁFICO
Y CORRESPONSAL DE LA GUERRA DEL PACÍFICO

En ocasiones suelo envidiar la destreza en el manejo de la pluma de nuestros antecesores, de aquellos hombres ilustrados por la inspiración del amor  a sus profesiones y, ante la responsabilidad a su propia nación. Qué manera de motivar a los lectores de los periódicos de época, como Los Tiempos de Justo Arteaga, El Ferrocarril o el Nuevo Ferrocarril, entre muchos de estos periódicos que salían tres veces por semana y, que por consecuencia directa de la guerra misma, da a luz una profesión humilde honesta y necesaria como fue la de los Suplementeros.

Poco o nada se sabría de la guerra, de las victorias y aventuras como, de las gloriosas entregas al altar patrio de las  vida de tantos bravos y gallardos valientes, que  fueron a la guerra con la sólo motivo de inmolarse por la patria, con un sentido de pertenencia a nuestra tierra, a nuestras costumbres, a nuestra historia común, el Ser de pertenecer a Chile y a nuestra raza chilena, formada por las tradiciones y apego a la tierra unida al esfuerzo y resistencia a la adversidad y, tesón y proyección de futuro que, cruzo los mares para instalarse en nuestro territorio para hacer un solo espíritu, una voluntad común para concretar ser un solo pueblo.

Personas como ellos fueron héroes; ya que no sólo se empuño la espada o  se apretó el gatillo de la justicia en la Guerra del Pacífico, sino, que la pluma consiguió cumplir con su parte movilizando a los dubitativos, encendiendo valientes corazones en pro de una patria necesitada de todos sus hijos e hijas, no importando edades ni clases sociales, ni experiencia, como tampoco estatura: ya todos tenían el porte de titanes a la hora de buscar el plomo del artero enemigo.

Don Luis  era catalogado como  el decano de de los periodistas "gráficos" de la prensa nacional.

Se inicio como ilustrador de "El Correo de la Exposición", en 1875, su labor no se   interrumpió jamás. Y sus dibujos  llenaron las paginas de "La Época", "La Nueva Republica", "La Ley", " La Tarde", "Las Noticias", etc., hasta llegar a fundar "La Revista Cómica", en 1895 y dirigir en 1898 "La Lira Chilena", en cuyo cargo permaneció 10 años.

En el transcurso de más de sesenta años de labor, su mano incansable fue moviendo su lápiz sobre la piedra litográfica, o sobre la cartulina. Y salieron a la luz sus creaciones populares, tales como "LA GALERÍA de MADRES  PATRIOTAS",  y aquellas inolvidables ilustraciones en colores sobre motivos heroicos de la GUERRA del 79.

Desgraciadamente nuestro maestro Rojas, a pesar de la Ley que creó la jubilación para los servidores del periodismo, y sobre sus 82 años seguía trabajando… al parecer olvidado por tal beneficio.

Su labor  fue de alto periodismo: y cuando nuestros soldados ganaban para Chile las batallas, que contribuían  engrandecer a nuestra patria, el maestro Rojas fue siguiendo sus pasos y divulgando con su pluma los gloriosos hechos de armas, navales o terrestres, para llevarlos a la comprensión del pueblo, en una labor que, si bien se le reconoció nunca fue merecidamente recompensada con el justo descanso que merecía este infatigable difusor del patriotismo, en los días en que se gestaba la grandeza de  la patria.

Hombres como "El Maestro Rojas", son un ejemplo que no sólo con un fusil y o vistiendo el uniforme se hace patria, que no se debe mirar en menos  aquellos que hacen su parte a partir de la pluma y el papel que, pueden expresar en ellos el sentir de un pueblo y la gratitud por las victorias de los hijos de esta nuestra patria. Lamentablemente héroes como Él, murieron sin que se les demostrara que cumplieron su deber con sus hermanos y con la patria, que lastima que al día de hoy, el olvido sea la lapida de muchos de estos bravos y que la apatía cubra sus tumbas.