CHILE A LA VENTA

Fernando Saieh Alonso, Secretario General del Instituto Histórico Arturo Prat


A raíz de las permanentes compras de territorio en nuestra Patagonia y las insistentes e indebidas intromisiones del apóstol de la sacrosanta religión del ecologismo radical, Douglas Tompkins, que nuevamente ha decidido intervenir en decisiones de Estado, tan fundamentales como el desarrollo energético de Chile y el perfeccionamiento vial del sur austral, es que reproducimos una carta publicada La Nación el día 27 de febrero de 2005 con el fin aportar una visión más amplia de lo que verdaderamente está ocurriendo en nuestra Patria.

Señor Director:

La Nación del Domingo ha realizado un extenso reportaje sobre la pronta entrada en vigencia del Protocolo de Kioto, el cual supuestamente aseguraría en el largo plazo la disminución de las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera y permitiría a su vez la instauración a nivel mundial del negocio de los bonos de carbono, de manera de evitar el calentamiento global.

En relación a esto, el día 14 de octubre de 2004 se llevó a cabo una conferencia en el edificio de la Telefónica bajo el título de "Cambios climáticos abruptos desde y durante la última edad de hielo en Patagonia: implicancias regionales y globales", patrocinada por el Mideplan, en donde el científico chileno -biólogo de la PUC y doctor de la Universidad de Maine de Estados Unidos- Patricio Moreno expuso como algunas de sus conclusiones que evitar el cambio climático a nivel planetario era un imposible, producto de que aunque se disminuyera a la mitad los agentes contaminantes el cambio se producirá de igual forma. Esto es debido a que no sólo las emisiones de dióxido de carbono están afectando al alza de temperaturas, sino que se estarían produciendo cambios en los movimientos geofísicos de la Tierra, es decir, el movimiento de traslación que nuestro planeta realiza alrededor del Sol estaría tendiendo a ser más circular y menos elíptico, el eje de la Tierra estaría inclinándose a favor de su eje natural y finalmente, existirían cambios en el movimiento de precesión, lo que en resumen, de acuerdo al investigador chileno, correspondería a un patrón desarrollado similar al de los antiguos períodos de glaciación.

De acuerdo con lo anterior, es que vuelvo a insistir que en relación a las extensas compras de territorios en nuestra Patagonia existirían intenciones por parte de los grupos ecologistas radicales, tanto en Chile como en Argentina, por llevar a cabo el Proyecto Gondwana, consistente en adquirir la mayor cantidad de tierras al sur del paralelo 40º sur, con el fin aparente de promover la internacionalización de la Patagonia, tal como se pretendió en los años cincuenta con respecto a la Antártica, puesto que esta región en el futuro gozaría de un clima ideal luego de que la temperatura global aumentara entre 1,5 y 4,5 grados Celsius, según la investigación realizada por La Nación.

Es por ello que el capitalismo ecológico internacional tendría especial interés por esta zona, puesto que el extremo sur es una zona infrapoblada, rica en minerales y con reservas de agua dulce únicas en el planeta; para ello cabe recordar que este mismo diario señaló en su edición del 28 de marzo de 2003, que un informe de las Naciones Unidas revelaba que "el mundo se está quedando sin agua potable y se calcula que en 20 años el suministro de agua fresca por persona disminuirá a un tercio".

Esto que parece evidente, no lo ha sido para nuestro Gobierno y sus asesores que, sencillamente no quieren darse cuenta del potencial que posee nuestra nación, sobretodo en materia eléctrica, debido a que las posibilidades de desarrollo energético están siendo hipotecadas al no explorar las perspectivas que existen en el sur patagónico, más aún cuando se ha aplicado una política de Estado en favor del extranjero Douglas Tompkins, quien ha divido Chile de mar a cordillera, todo en nombre de la sacrosanta ecología, sobre la cual en palabras de Patrick Moore, co-fundador de Greenpeace, señala en el libro de Paul Driessen, Eco-Imperialism, que los "movimientos ambientalistas han perdido su objetividad y humanidad. El dolor y el sufrimiento que se le ha inflingido a las familias en países en vías de desarrollo no pueden seguir tolerándose."

Quizás a nuestro Gobierno tampoco pareciera importarle la situación en la que se encuentran aquellos colonos que decidieron en algún momento hacer patria, debido a que en la actualidad se encuentran totalmente abandonados, sin ninguna política seria de colonización por parte del Estado y atormentados por el Ministerio de Bienes Nacionales que les exige en períodos de tiempo muy cortos regularizar sus títulos de dominio, más aún cuando paralelamente se está desarrollando un monopolio laboral en la región, al existir cada vez más, pocos propietarios con grandes extensiones de territorios.

Es por ello, que debiera existir un mayor interés por estos chilenos que viven en regiones alejadas, ya que no cuentan con los servicios básicos de salud, educación y transporte necesarios, con lo cual no es posible conformarse con respuestas como las emitidas desde el Gabinete de la Primera Dama, quienes respondieron frente a esta preocupación, a fines de julio del año pasado, que "al respecto, este Gabinete circunscribe su gestión en el desarrollo de las diez fundaciones que preside la Señora Luisa Durán, más el Departamento Social que atiende graves y urgentes situaciones sociales y de salud, por lo que no tiene competencia en la materia de su preocupación".

Tal vez ha llegado el momento que nuestra Patria deje ser un instrumento mercantil, al servicio del globalismo de los negocios y de la mentada ecología, ideología foránea, ajena nuestras tradiciones y que nada tiene que ver con la relación que mantenían nuestros antepasados con la tierra. Sólo así volveremos a redescubrir los misterios que en ella habitan reencontrándonos finalmente con el Rostro de Chile.


Centro Informativo de ALERTA AUSTRAL - Santiago de Chile - http://www.alertaaustral.cl - 2006