1º DE MARZO DE 1879:
EL DÍA QUE ESTUVIMOS EN PELIGRO

Marcelo Villalba Solanas (director de www.guerradelpacifico1879.cl)


El 1º de Marzo es una fecha en que se recuerda una de las más importantes declaraciones de guerra del continente: la que Bolivia realizó contra Chile y, que nos obliga, un mes y 4 días después a entrar a una guerra que no queríamos...

Una guerra a la que se ofrendó -en aras de la Patria- la mejor juventud de aquellos años de nuestra joven república. Una guerra en que, por impericia, por ambición, por traición al "verdadero" espíritu americanista, por desinteligencia y nada de respeto a sus propios pueblos, dos naciones amparadas en el litigio que tenia Chile con la Argentina, se envalentonan y, prepotentemente, intentaron de forma siniestra quitarle el sustento a nuestros padres de ayer, nuestras industrias, nuestros capitales de sangre y de sudor, por el solo hecho de ser dos y asegurando ser tres contra un empobrecido Chile.

Lo que jamás imaginaron, sin embargo, era que este pequeño país tan venido a menos, tenia de pobre sólo su economía, pues que la sangre heroica de los padres de la patria aún fluía caliente en nuestros corazones, y esos pechos altivos conquistaron la ignorancia y la prepotencia de los que eran "más fuertes" sólo en número y en recursos. PERO JAMÁS EN ESPÍRITU, EN MÍSTICA, EN GARRA Y SENTIDO DE LEALTAD Y DE ENTREGA A LOS IDEALES DE UNA PATRIA JUSTA Y PROTECTORA DE SUS HIJOS.

Es importante no olvidar esta fecha, que es la prueba de las negras intenciones no sólo de la parte ofensora, sino de quien -en aquella época, dejo claro- se hacia pasar por oveja ofreciendo los buenos oficios de mediador, mientras amparaba la compra de armas y pertrechos de guerra para la secreta alianza contra Chile.

Ya en junio de 1863, de igual negligencia y prepotentemente amparada en la mentira y el descaro, autoridades bolivianas declaran legítima por sus leyes la eventual declaración de una guerra a Chile, sin mas argumento que el litoral les pertenecía desde 1831... ¿Les cayó del cielo? ¿Algún milagro de San Expedito les dio el título de posesión de territorio chilenos desde los pretéritos tiempos de la conquista? ¿El Uti Possidetis de 1810, acaso era una falacia ambigua de mentes enfermas que la inventaron sólo para dañar la integridad territorial de un “país" que aun no existía ni en la imaginación mas desarrollada de aquella época?...

Pero, cuando en 1865 suceden los hechos que unen naciones contra un agresor a la independencia y autodeterminación de los pueblos libres de América, el mal entendido espíritu americanista nuevamente ataca la razón, la confianza y la inteligencia de aquellos que tenían que velar por los altos intereses de nuestra Patria, y defendemos a los vecinos siendo sometidos a castigos terribles, como un Valparaíso que recibió más de 1.600 bombas. Este cobarde castigo, repudiado por todas las naciones de la época, tenia sólo por objeto dignificar una causa que sólo entendía España.

Los costos pagados por nuestra patria fueron altísimos, partiendo por la completa destrucción de nuestra marina marcarte, infraestructura y por ende economía nacional.

Da que pensar cuánto perjuicio en la historia acumula Chile, en pos de seguir fiel a un fantasmal “espiritu americanista”, continuamente, otorgando concesiones de todo tipo y, lamentablemente, territoriales. ¡Cuántas vidas de chilenos han quedado en la impunidad absoluta, quedando como mártires de una causa que sólo ha dañado a nuestra nación, a nuestro sentido de pertenencia territorial, a nuestro espíritu colectivo nacional, a nuestra memoria y tradiciones, mártires del OLVIDO.

Mártires en esas circunstancias NO queremos más. Chile es para chilenos, para cada uno de nosotros y para nuestros hijos, por nuestros derechos sagrados de pertenecer a Chile murieron miles de compatriotas, quedando sus cuerpos en tierra enemiga y, abandonados hasta nuestros días. Sus almas imploran justicia. La repatriación de sus restos es el justo pago por sacrificar sus vidas en bien de la patria, descaso eterno en tierra materna es el premio que debiéramos darles a esos mártires de la Patria que no pueden cerrar sus parpados después de 127 años al ser su purgatorio nichos olvidados en territorio conquistado, almas insepultas por el dolor del abandono nacional. Los principales héroes peruanos de aquella época fueron dignamente repatriados, incluso bien avanzados ya los años del siglos XX.

¡Qué buenos americanistas somos!… ¿Qué más nos falta para entregar? ¿Qué más nos pedirán en estos “tiempos nuevos"?


Centro Informativo de ALERTA AUSTRAL - Santiago de Chile - http://www.alertaaustral.cl - 2006