¡SE SIENTE, SE SIENTE!
¿BACHELET PRESIDENTE?

Por Eduardo Valenzuela González


Domingo 15 de enero, 20 horas. La muchedumbre celebra alborozada por la Alameda: banderas multicolores, interminable danza de compatriotas serpenteando desordenadamente por la arteria principal de Santiago; abrazos y felicitaciones, decenas de vehículos con sus bocinazos suenan como una sinfonía popular que estalla de alegría por el triunfo de la abanderada de la Concertación. Por la televisión, se puede apreciar rostros anónimos pletóricos de alegría y emoción, quienes se regocijan por tener a Michelle como referente, una suerte de deidad femenina que es adorada por sus seguidores. Las imágenes son conmovedoras. Al unísono, miles de gargantas gritan estruendosamente: ¡Se siente, se siente... Bachelet Presidente!

Pero detrás del festejo, entre las sombras, no hay tiempo para sensiblerías. No, los operadores políticos no están para estas cosas, para eso está el pueblo. Ellos, calculadora en mano, comienzan con sus algoritmos políticos pues se ha logrado el objetivo, mantienen el poder que les ha dado tanto rédito y reconocimiento. Los mismos de antes, los de siempre, saben que Michelle llegó a la presidencia por que ellos lo permitieron y fomentaron; saben que con su sonrisa simplona, su discurso básico, su nulo liderazgo, gobernaran sin contrapeso. Sin embargo, y nobleza varonil obliga, deben cerrar filas públicamente con la electa presidenta, y salen a su defensa con particular arrojo, a sabiendas que Michelle está donde está gracias a ellos. Sin embargo, nos han querido convencer que la “Madre de Chile” tiene el talante y las condiciones para dirigir al país; y como quedó de manifiesto, fue, por lejos, la peor candidata de estas elecciones presidenciales. Lejos, la peor. Ellos lo sabían, por lo que hicieron mover el poderoso engranaje social, político y gubernamental de la Concertación. Por eso celebraron. Ellos triunfaron, no Michelle.

Las permanentes alusiones al género femenino por parte de la candidata fue un de sus pilares discursivos. Por eso, cada vez que pudo, resaltó su condición de mujer, incorporando en su candidatura reivindicaciones de participación, que por justos que sean, no tiene relación directa con el ejercicio de la administración del estado. Sin duda algunas que sus asesores, en su mayoría hombres, le aconsejaron potenciar este argumento, el que claramente surtió efecto, pues en las manifestaciones de celebración había un inusual numero de mujeres. Esta “pepita de oro” de los publicistas de la Concertación fue todo un éxito.

Otra de los argumentos falaces usados por Bachelet, ha sido su supuesta independencia de los partidos. Ella ha sido militante de Partido Socialista desde su juventud, siendo víctima de torturas por parte de dictadura de extrema derecha de Pinochet y tras la cárcel se fue al exilio. Lentamente fue adquiriendo cuotas de poder al interior de su partido, llegando a ser miembro de su comisión política. Por eso, no es honesta al señalar que su mundo no es el de los políticos, pues ha sido y es una fervorosa militante del PS. Esta suerte de “lavinismo” de Izquierda, vale decir, renegar de los políticos, exacerbar la emocionalidad y un discurso sensiblero, han sido otras de las fórmulas entregadas por sus audaces asesores.

Otro de los dogmas de fe de la presidenta electa ha sido la de privilegiar a los mejores sin aceptar presiones de la Concertación. Resulta curioso que Bachelet permanentemente haya soslayado este tema, y por toro lado, ver en las celebración del 15 de enero pasado a los mismos de siempre, con los dientes afilados, pues tienen claro que son ellos quienes designan a los candidatos a ministerios, intendencias y otras reparticiones públicas que dependen directamente del ejecutivo. De inmediato la Democracia Cristiana marcó presencia y su presidente, el siniestro Rodolfo Zaldívar, sentenció que próximamente entregan su lista a la presidenta. Ricardo Núñez, uno de los mandamases del PS ha insistido que no habrá presiones pues Michelle conoce bien al Partido Socialista. De igual manera el PPD ha hecho público sus candidatos , dentro de los cuales el más emblemático el Sergio Bitar; y por último los radicales piden que se les trate como al resto de los partidos. Cada uno exigiendo lo suyo y no será de otra manera, los partidos mandan. Decir lo contrario es mentirle groseramente al pueblo y su candidez.

El argumentos más recurrente de Bachelet ha sido su cuestionada “capacidad para gobernar”, por lo que pidió al país confiar en sus liderazgo. Parece otra broma de la electa presidente, pues en los debates demostró una total incapacidad de hilar argumentos, manejo de cifras e incluso ignorancia a la hora de analizar algunos guarismos. Francamente risible que invoque capacidades futuras quien no ha sido capaz de demostrarlo antes. Para validar algunas de sus habilidades, apareció en la franja electoral hablando en tres idiomas, como si este fuera una especie de certificado que la valida para asumir la primera magistratura. El abuso de la sonrisa y las frases piadosas reemplazaron al enfoque político, analítico y de fondo que todo estadista debe tener.

Respecto de la vergonzosa intervención electoral por parte de decenas de funcionarios públicos, autoridades de gobierno, ministros e incluso el mismo Ricardo Lagos, sólo cabe señalar que con toda esa maquinaria era imposible que Bachelet no ganara las elecciones. El gobierno simplemente “mostró la hilacha” y a la hora de mantenerse en el poder, recurren a las misma prácticas de la dictadura y su camarilla (hoy circunspectos opositores cacareando lo que por años callaron). Por ello, tanto La Concertación como la derecha no tienen autoridad moral para criticar, pues responden a la misma lógica de manipulación y aprovechamiento cuando han sido gobierno.

Por eso, y hoy más que nunca, se abre todo un horizonte para quienes abrazan al Nacionalismo como referente político y moral. No hay que peder la esperanza en un país distinto y los políticos saben que mientras más decepcionado este el pueblo, mejor gobiernan. El partidismo Neoliberal, que abraza al dios dinero, la especulación y la usura está protegido, y sólo la irrupción de un nuevo Movimiento Nacionalista, que consagre su acción a la justicia, la chilenidad y la armonía social basada en la activa participación de los cuerpos sociales, será la mejor alternativa para millones de compatriotas cansados de este modelo de desarrollo que los ha transformado en esclavos de las deudas y la frustración.

Por un Chile mejor, NACIONALISMO AHORA.


Centro Informativo de ALERTA AUSTRAL - Santiago de Chile - http://www.alertaaustral.cl - 2006