No existe acto ciudadano de mayor responsabilidad que elegir a sus gobernantes. El pueblo tiene en sus manos el poder de la voluntad, la cual es traspasada a sus gobernantes por medio del sufragio. Los que son elegidos por el pueblo tienen la responsabilidad de responder a las expectativas de quienes han votado por ellos, y también, quienes al sufragar deciden votar en blanco o votar nulo están siendo consecuentes al no otorgar su poder a quién no los represente o sea considerado nocivo hacia sus ideales.

Sin embargo, cuando votamos ¿tenemos a nuestra disposición toda la información necesaria para poder tomar una decisión acertada? Es necesario poder contar con toda la información del candidato, no solamente sus promesas, sino que sus antecedentes, su currículum por así decirlo. Sería interesante además, que los requisitos que debe tener un candidato no sea solamente contar con enseñanza media completa, sino que además se debería exigir algún grado de estudios compatible con los objetivos de administración pública, ya que para gobernar al país no solamente se requieren buenas intenciones, sino que formación y experiencia adecuada para analizar los escenarios que enfrenta nuestra Patria. Su experiencia de vida en como aplicarlos y sus ideales deben fundirse y ofrecer así soluciones a los desafíos que enfrente el país. ¿Es posible que un candidato a diputado que sea actor sea un aporte al país? Probablemente para fomentar leyes relacionadas con la cultura desde su experiencia de vida. La decisión respecto a que es prioridad en nuestro país, un actor que fomente leyes culturales o un ingeniero que fomente soluciones que logren reestructurar y hacer más eficiente al país, eso lo debe decidir el pueblo, pero para ello ser debe tener claro que es prioridad para su país.

Otra cuota de desinformación y auto imposición de condecoraciones la dan los actuales candidatos que de diputados quieren dar el salto a senadores, o simplemente actuales parlamentarios que quieren seguir “aportando al país”. En estos días hemos escuchado como argumentos de algunos candidatos “su gran entrega al país”, siendo que en las estadísticas de asistencia al congreso dejan mucho que desear para poder arrogarse tanto sacrificio en pos de la Patria, como el caso de la candidata a diputada Carmen Ibáñez con un 71,09% (entre 11/03/2002 y 27/11/2005) según las estadísticas de la Cámara de Diputados. Ella nos podría explicarnos y convencernos por qué deberíamos votar por ella. Otro caso es del candidato socialista a diputado por Iquique que se ha auto impuesto el apodo de “El León de Tarapacá” sin acaso recordar la historia que tiene este apodo. El Teniente Coronel Eleuterio Ramírez se ganó este apodo en la Guerra del Pacífico tras su muerte heroica en el desastre de Tarapacá. Muchos años más tarde otro político se apropió del apodo: el ex presidente Arturo Alessandri, el mismo  que mandó a masacrar a los jóvenes Nacistas encerrados en la Torre del Seguro Obrero, en la recordada matanza de 1938 en la torre de la sangre. Sin duda el Sr. Rossi al parecer quiere demostrar coraje, pero ¿quiere con este apodo decirnos que será brutalmente drástico con quién se interponga en su camino? Vaya que extraño caso de socialista es este.

Otro hecho muy lamentable que ha ido en aumento en cada campaña son los hechos delictuales que han rondado a los comandos de los candidatos, en lo que van de estas elecciones podemos sacar de la crónica policial en los diarios, brutales agresiones a los comandos del candidato opuesto, asaltos a mano armada, posesión ilegal de drogas y armas, atropellos con consecuencias fatales. Sin duda los candidatos deben hacerse cargo de sus comandos y no lavarse las manos como lo han hecho en los medios el candidato Carlos Bombal, ya que sus partidos los seleccionan y les depositan la labor de difundir sus candidatura.

Como ciudadanos debemos exigir información clara y precisa, para poder alabar a aquellos parlamentarios que realizan buenas labores y poder criticar por el resto de sus vidas a aquellos que han sido un elemento dañino a nuestro país. De cada periodo parlamentario se debería generar un informe estadístico de cada legislador, en el cual se indique su asistencia al congreso, las comisiones en las cuales ha participado, los proyectos de leyes en las que ha votado y como ha votado, y así podremos juzgar si a quienes elegimos nos representan o no. En el portal del Congreso Nacional podemos encontrar mucha estadística de la que se ha mencionado, pero no todos los Chilenos tienen acceso a Internet.

Seamos exigentes, Chile tiene las riquezas suficientes para poder enfrentar el futuro llegando a ser una potencia mundial, no podemos ponernos una meta menor. Pero esta meta nunca será alcanzada dada dos circunstancias, la primera es que el actual modelo no es capaz de solucionar eficazmente problemáticas sociales básicas, como por ejemplo salud y desempleo, y la segunda y más importante, porque nuestros actuales gobernantes no se lo han propuesto como objetivo.